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Dólar Soja II: las razones que apuraron al Gobierno para volver a seducir al agro

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El Gobierno lanzó una nueva edición del dólar soja y se garantizó el ingreso de al menos u$s3000 millones en exportaciones que le permitirá llegar un poco más holgado a un verano, que ya se visualizaba como complicado. El lunes, el dólar a $230 para el complejo sojero hará su debut en medio del debate entre analistas sobre las razones que llevaron a Economía a adelantar esta decisión.

Las reservas del Banco Central fue uno de los motivos centrales. Sin dólar soja, se lograba cumplir la meta con el Fondo Monetario Internacional (FMI) pero se llegaba con lo justo. La autoridad liderada por Miguel Pesce terminó esta semana con un saldo negativo de u$s35 millones, lo que representa su quinta semana consecutiva con ventas netas de reservas y pérdidas del mes en torno a los u$s987 millones.

Esta medida, le permitirá recuperar los u$s1500 millones que perdió en ventas luego de la finalización del primer dólar soja y obtener un respaldo de al menos u$s2000 para estirar en enero y febrero, meses en donde históricamente el Central posee menos reservas a la espera de los ingresos de la cosecha gruesa que se dan entre marzo, abril y mayo.

El dato que alarmaba a la entidad era la baja oferta del agro durante los meses seguidos a la finalización del dólar soja. El sector vendió un promedio diario de u$s64 millones en octubre y en noviembre, apenas un u$s50 millones, según datos de la Bolsa de Comercio de Rosario. Pero a diferencia de lo que ocurrió aquella vez, no había un atraso real en la comercialización de soja sino un proceso normal en donde faltaba liquidar un 30%. Con este incentivo, se buscaba acelerar ese proceso.

El maíz, venía peor de lo esperado

La siembra del maíz y de soja tiene el nivel más bajo de los últimos 22 años, según datos de la entidad rosarina. Las hectáreas "efectivamente" implantadas con esos cultivos están un 40% por debajo de lo registrado el año pasado. El avance lento de la siembra por la falta de lluvias iba a provocar un efecto sobre el ingreso de divisas de manera indiscutida. Las últimas estimaciones previo al lanzamiento del nuevo dólar soja hablaba de pérdidas en torno a los u$s4800 millones sólo si se tomaba en cuenta al trigo. En síntesis, el atraso de la siembra no sólo implicaba una reducción de entre el 10% y el 15% de los rindes potenciales sino también una menor oferta de dólares durante el verano.

El economista Salvador Vitelli, en diálogo con Ámbito sostuvo que "la cosecha de trigo va a ser magra con precios internacionales que si bien son altos, no nos acompañan demasiado".

Para el Gobierno, la liquidación del maíz es clave ya que son esos ingresos los que le permitían llegar a niveles óptimos hasta marzo con las reservas. Sin embargo, para Vitelli con estos datos que venía brindando el sector sin ningún incentivo, "ese puente cada vez se te hacía más largo y ahí sí se podía llegar a ver algún tipo de inestabilidad en enero-febrero, pero esto es ya sacando el foco en las metas del FMI y yendo al plano de reservas y esquema macro". Una suerte de "control de daños".

Sin incentivos para producir

En diálogo con este medio, dos representantes de la Mesa de Enlace aseguraron que este nuevo dólar soja es un "mejoramiento puntual" pero que no resuelve el problema estructural de falta de rentabilidad y alta carga impositiva.

Según sostiene este sector, las dos medidas más solicitadas al Gobierno no era un dólar soja, sino una rebaja impositiva y/o baja de retenciones para incentivar al productor a invertir en un contexto malo en términos climáticos y de incertidumbre pre electoral.

Entre las razones que esgrimió el Ministerio de Economía para tomar la decisión, se hace énfasis en este punto: "Lo teníamos previsto a partir del primero de enero con el vencimiento del decreto. Tomamos la decisión de acelerarlo entendiendo que nos puede ayudar inclusive a generar la cultura de la promoción respecto a la proyección de inversión para el 2023, apalancándolo a partir de ahora".

Luego de conocerse la decisión, el analista Salvador Di Stéfano en consulta con este medio, expresó: "El Gobierno beneficia al tenedor de soja y perjudica al resto. El estado los beneficia porque va a recaudar más dólares, pero en verdad no es una mayor recaudación, es un adelantamiento que el productor tarde o temprano iba a vender. Es para cerrar las cuentas con el FMI y después vemos que pasa".

El mercado cambiario, el riesgo latente

La suba de los dólares paralelos durante esta semana no pasó desapercibida. Durante el mes de septiembre, con la primera edición del dólar soja, el mercado cambiario logró cierta estabilidad. En el caso del blue, los valores se mantuvieron entre los $270 y $285, alcanzando los $290 recién los últimos tres días del mes cuando estaba finalizando el esquema. A igual nivel se mantuvo el Dólar MEP, que incluso llegó a bajar a los $269 y operó por debajo del blue en varias jornadas. El riesgo principal no estaba en un posible repunte a diciembre, sino más bien para enero y febrero que suelen ser meses complejos en el mercado cambiario y el riesgo a un salto que obligue a Economía a devaluar, estaba latente.

"Si querían llegar a como sea sin tener que devaluar, la única manera de reforzar reservas era con eso. Se iba cumplir la meta de reservas internacionales netas del FMI pero necesitaban reforzarlas para que en enero y febrero que son con estacionalidad complicada en dólares", concluyó Vitelli.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Fuente: Ambito

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