Donald Trump nombró a Elon Musk al frente de un departamento de eficiencia gubernamental
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El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, cumplió este martes su promesa de poner al hombre más rico del mundo, Elon Musk, a la cabeza de un departamento que definió como el encargado de la “eficiencia gubernamental” (DOGE), un guiño humorístico a la criptomoneda Dogecoin.
El dueño de Tesla y SpaceX, que donó más de 120 millones de su fortuna personal a la campaña del republicano, participó de varios actos junto Trump e impulsó su candidatura en X, dirigirá esta dependencia junto al empresario Vivek Ramaswamy, candidato malogrado en las primarias republicanas.
“Juntos, estos dos maravillosos estadounidenses allanarán el camino para que mi administración desmantele la burocracia gubernamental, reduzca drásticamente el exceso de regulaciones, recorte los gastos superfluos y reestructure las agencias federales”, afirmó Trump en un comunicado.
Las acciones de este departamento serán publicadas en línea “para la máxima transparencia”, respondió Musk en su cuenta de X al agregar que incluirá una “tabla de clasificación para el gasto más increíblemente tonto del dinero de impuestos”.
“Esto será extremadamente trágico y entretenido al mismo tiempo”, escribió el multimillonario, que reposteó decenas de memes y mensajes en los que promete echar a quienes malgastan el erario público.
Los halcones de Donald Trump
El presidente electo sigue repartiendo cargos, apostando por aliados y perfiles de línea dura para los puestos más importantes de su futuro gobierno antes de regresar el miércoles a la Casa Blanca para reunirse con Joe Biden.
En las últimas horas, se sucedieron los anuncios: el congresista republicano Mike Waltz, exoficial de las fuerzas especiales, será asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca. El republicano lo describió como “un experto en las amenazas que plantean China, Rusia, Irán y el terrorismo global”.
En 2023, Waltz copresentó un proyecto de ley que pedía autorizar el uso del ejército contra los cárteles de droga mexicanos, a los que acusa del tráfico de fentanilo, un opiáceo sintético que causa estragos en Estados Unidos.
También se confirmó que la gobernadora Kristi Noem, una leal escudera, dirigirá el departamento de Seguridad Interior. Este puesto es clave porque se encarga de identificar y desarticular las amenazas a la seguridad, de la protección de aduanas y fronteras, de la gestión de la migración y de la respuesta a los desastres naturales.
Trabajará codo con codo con Tom Homan, el nuevo “zar” de la frontera, cuya misión consistirá en llevar a cabo la mayor deportación de migrantes en situación irregular en la historia de Estados Unidos.
El martes por la noche, Trump también nominó como secretario de Defensa a Pete Hegseth, exmayor del ejército estadounidense y actual conductor de Fox News, la cadena favorita de los conservadores en Estados Unidos.
“Con Pete al mando, los enemigos de Estados Unidos están sobre aviso: nuestras fuerzas armadas volverán a ser grandes y Estados Unidos nunca retrocederá”, afirmó Trump en un comunicado. Es “duro, inteligente y un verdadero creyente de ‘Primero los Estados Unidos’”, dijo antes en redes sociales. También anuncio a John Ratcliffe, quien fue director de Inteligencia Nacional en su primer mandato, como jefe de la CIA.
Según la prensa estadounidense, Trump optará por el influyente senador latino Marco Rubio para el cargo de jefe de la diplomacia. Partidario de una línea muy dura frente a China e Irán, este senador de 53 años copresidía hasta ahora la Comisión de Inteligencia en el Senado.
De confirmarse su próximo nombramiento, podría dar escalofríos a Kiev. Rubio estimó a principios de noviembre que hay que “poner fin” a la guerra en Ucrania, porque se halla en un “punto muerto”.
En un comunicado, Trump también reveló su elección para embajador en Israel, gran aliado de Estados Unidos. Será el exgobernador de Arkansas Mike Huckabee, porque “ama a Israel y al pueblo de Israel, y del mismo modo, el pueblo de Israel lo ama a él”.
El 47º presidente de Estados Unidos gozará, según toda probabilidad, de plenos poderes en Washington puesto que su partido ganó la mayoría en el Senado y debería conservar el control de la Cámara de Representantes, según un recuento electoral aún en curso.